TIK-TOK EN LA LUPA

La seguridad y la privacidad de los usuarios en internet es un tema que cobra cada vez mayor relevancia entre los diferentes grupos de interés. Los gobiernos, especialmente, vuelven sobre este tema en época de elecciones. Para nadie es un secreto que desde hace ya varios años las redes sociales son un canal de comunicación fundamental utilizado por las campañas políticas para mantener a sus electores informados y así buscar cautivar su voto.

Entonces, ¿qué es lo que preocupa a los americanos de Tik-Tok?  En concreto, que los datos recolectados de los usuarios ubicados en territorio americano puedan ser compartidos de alguna manera con el Gobierno Chino. Y que conociendo a profundidad esos usuarios, puedan a través de la aplicación influenciar su comportamiento. Aún no se sabe con certeza que esto esté ocurriendo. La compañía afirma que no hay ningún vínculo con el Partido Comunista Chino.  

Independientemente de si hay o no vasos comunicantes entre Tik-Tok y el Gobierno Chino, lo que sí parece estar claro es que cualquiera que sea el mensaje que se transmita vía la aplicación puede llegar potencialmente a cerca de 170 millones de usuarios que en la actualidad tiene. En qué orden y cuándo, dependerá del algoritmo. Es decir que de acuerdo con las estadísticas de Population Today con un solo clic el autor del mensaje puede permear a la mitad de la población del país sin costo alguno. Será por esto por lo que en febrero la campaña del presidente Biden abrió una cuenta oficial con ocasión del Super Bowl.

La magnitud del alcance de la plataforma permite entender la intranquilidad. La cuestión de fondo es si hay fundamentos para preocuparse e incluso pensar en una prohibición de su uso en la economía del mundo que más promueve la libre competencia y la libertad de expresión por cuestiones de seguridad nacional.

La historia de Tik-Tok en Estados Unidos es una historia de éxito y crecimiento continuo sin lugar a dudas. Sin embargo, su recorrido ha estado lleno de retos que ha sabido solventar. Recordando algunos, la plataforma debió establecerse en territorio americano para operar y así obligarse a cumplir la legislación americana sobre privacidad y protección de datos. Además, debió crea Project Texas para brindar transparencia y obligarse a almacenar en Estados Unidos la información recolectada en este país, que debe a su vez estar exclusivamente bajo el control y dirección de personal americano.  Y desde junio del 2022 todo el tráfico que se genera se mueve a través de Oracle (empresa americana). A lo anterior se suma la orden ejecutiva que expidió el entonces presidente Trump, para prohibirla por los mismos temas. Orden que posteriormente fue rechazada por los tribunales Federales.

Todo parece indicar que no hay porque alarmarse. Hasta que la redacción de los términos y condiciones sobre la política de privacidad que todos los usuarios deben obligatoriamente aceptar si quieren usar la aplicación deja entrever una zona gris.

Del documento queda claro que Tik-Tok recolecta, usa y comparte la información que sus usuarios voluntariamente publican. Para el asunto que se discute es interesante ver con quien está compartiendo la información. En el listado de partes con quien la empresa abiertamente informa que va a compartir la información recolectada de sus usuarios aparece Our Corporate Group, que no es más que el grupo donde clasifican a otros miembros, las subsidiarias o afiliadas al grupo corporativo.

Es aquí cuando la estructura de corporaciones regadas por el mundo para manejar su operación adquiere toda la relevancia. Es ampliamente conocido que Byte Dance es la matriz de Tik-Tok. Empresa de origen chino que cuenta con oficinas en Pekín y otras ciudades y con participaciones accionarias de empresas de diferentes nacionalidades, entre esas americanas. A su vez Byte Dance tiene una subsidiaria china llamada Douyin Information Service Co., Ltd., en la cual Tik-Tok en su página web U.S. Data Security reconoce que hay una participación del Gobierno Chino del 1%. La empresa explica que lo anterior es debido a que la legislación china establece este acuerdo para aquellos servicios que requieren de una licencia de medios para operar. Esto permite concluir que Tik-Tok incluido el de Estados Unidos y la compañía Douyin Information Services hacen parte del mismo Grupo Corporativo, y de acuerdo con las políticas de privacidad de Tik-Tok (sin que se excluya a ningún país) podría compartir la información recolectada con cualquier compañía que este dentro del Grupo.

Ahora habrá que revisar si este vaso conductor se ha utilizado o se esta utilizando para el fin para el que fue creado: compartir la información entre las empresas del grupo sin importar su ubicación para mejorar y optimizar la plataforma y garantizar que se siguen los lineamientos de negocio de Byte Dance.

Es innegable que la geopolítica es hoy uno de los grandes temas para tener en cuenta cuando de negocios se trata.

*Lina Fernández del Portillo es abogada, consultora independiente en asuntos corporativos, gobierno y política pública.

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