El sector financiero ha sufrido cambios fundamentales este año. Con muchas menos oficinas, y el mundo más virtualizado, los clientes hacen sus transacciones desde computadoras y móviles con una intensidad que parecería de ciencia ficción hace apenas un año. Pero hay otras transformaciones. Las tasas de interés mundiales se pusieron en cero, los capitales se fueron de América Latina a una velocidad que posiblemente nunca se había visto. Los clientes tuvieron que ser refinanciados rápidamente, se redujo la demanda de crédito, y hacia el futuro, bajarán los márgenes y posiblemente la calidad de los préstamos se deteriore. Además los nuevos bancos, los retadores o challengers, como a veces se les conoce en la jerga financiera, montados sobre plataformas digitales que […]