La mayoría de las startups les hacen a sus inversionistas un acelerado “elevator pitch” de 30 segundos y una presentación de PowerPoint llena de frases que usan las palabras «cliente» y «puntos de dolor», aderezados con jerga tecnológica. La Fintech Mambu, con sede en Berlín, superó eso hace tiempo. La compañía anunció esta semana el cierre de su ronda de inversión por US$135 millones, liderada por el veterano fondo de inversión en tecnología TCV. Esta nueva ronda elevó la valoración de la empresa, lanzada en 2011, a más de US$2.500 millones.
El cofundador y CEO de Mambu, Eugene Danilkis, es un ciudadano canadiense, nacido en Ucrania y egresado de Carnegie Mellon. Compartió con Latin Trade la historia empresarial convincente y realista que cuenta a sus inversores. Esto resulta bastante refrescante en tiempos en que tantos estrategas y financistas improvisados ofrecen ideas no probadas para atraer capitales de riesgo y prosperar en el mundo digital.
TCV le dio crédito al PowerPoint de Mambu, lo que es una buena seña porque el Fondo vio las presentaciones de las que cuando llegaron allí a convencerlos de invertir, eran empresas más bien pequeñas. Sus nombres, Netflix, Airbnb, Facebook, LinkedIn y Zillow, entre muchas otras. Lo llamativo es que Danilkis sabe lo que realmente impulsa los negocios.
En su entrevista con Latin Trade, Danilkis dijo que primero que todo resalta frente a los inversionistas es la fuerza de su equipo. Luego les refiere su visión, les da pruebas de que su producto está bien adaptado al mercado, Les muestra que la tecnología es la adecuada y les comparte una lista muy fuerte de referencias y testimonios de clientes.
Después les comparte su opinión acerca de las tendencias y perspectivas de la industria para los próximos 5 a 10 años y demuestra cómo su empresa está bien posicionada frente a sus competidores para aprovechar las oportunidades abiertas en este entorno.
Todo lo anterior es una conversación de negocios organizada, seria, que muestra la fortaleza de la estrategia y del diseño de sus planes.
Para cerrar, el CEO muestra resultados. Mambu ha sostenido un crecimiento de tres dígitos desde sus inicios. En 2020, la compañía obtuvo un crecimiento cercano al 100% interanual “en un mercado de software bancario que, según Gartner, proyecta un crecimiento de dos dígitos y está valorado en US$100.000 millones”, declaró la compañía en el comunicado de prensa en el que anunció el resultado de su ronda de inversión.
La empresa liderada por Danilkis es una plataforma de core bancario SaaS con un enfoque API-first, que permite a los bancos, prestamistas fintechs y otros proveedores financieros transformar todo su ecosistema IT en un modelo de delivery configurable y nativo en la nube.
Así fue como Mambu convenció a Tiger Global y Arena Holdings para invertir sus fondos en esta ronda, así como previamente lo habían hecho Bessemer Venture Partners, Runa Capital y Acton Capital Partners.
¿Listos para IPO?
A pesar de la tradición europea de mantener empresas privadas y de propiedad familiar, la estrategia financiera a largo plazo de Mambu tomará el camino de la oferta pública.
Sin embargo, Danilkis no quiere apresurar la salida a las bolsas de valores. Cree que la empresa debe tener el tamaño adecuado y esperar el momento perfecto para salir. Por el momento, concentrará sus esfuerzos en incorporar todas las complejidades operativas que requiere una empresa pública, resaltó. Esta fase tomará 2 a 3 años, pero alistará a Mambu para la oferta. A partir de entonces, es cuestión de esperar la oportunidad adecuada.
Un mercado en expansión
Al igual que muchas de las empresas digitales, el mercado de Mambu se vió impulsado por los cierres de 2020 causados por la pandemia. “Cuando lanzamos Mambu en 2011, sabíamos que el futuro de la banca tendría que basarse en tecnología ágil y flexible. Casi una década después, esto es más cierto que nunca”, dijo Danilkis.
La plataforma de Mambu es utilizada por bancos tradicionales, nuevas fintechs, instituciones financieras, organizaciones sin fines de lucro y otras empresas para impulsar sus productos y servicios financieros. Entre sus clientes se destacan ABN Amro, N26, OakNorth, Orange y Santander, y su tecnología está detrás de la construcción de nuevas fintechs, así como de la migración de instituciones financieras existentes a un ecosistema tecnológico alineado a la era digital.
Todos los cambios que promete Mambu se pueden realizar utilizando una sola tecnología. Es por eso que Danilkis ve perspectivas de crecimiento en diversas verticales de mercado.
Crecimiento es un concepto interesante en Mambu. La mayor parte del dinero recogido en la ronda de esta semana, lo mismo que en las pasadas, se destinará al desarrollo de software que, con pequeños ajustes, es aplicable a nivel mundial, destacó Danilkis para Latin Trade.
Por eso una expansión geográfica como la anunciada con la nueva ronda de inversión implica la formación de pequeños equipos en cada país, dedicados a la consecución de clientes, al desarrollo de alianzas y a la incorporación de nuevas cuentas. De ahí que profundizar su huella en los más de 50 países en los que ya opera no es una tarea monumental.
Mambu se enfocará en mercados como Brasil, Japón y Estados Unidos. Según su CEO, Brasil es uno de los gigantes del mundo donde los consumidores han mostrado un evidente apetito por nuevas soluciones financieras. También mencionó a México, Colombia y Argentina como mercados de interés en la región.