Cómo enfrenta la pandemia en una refinería que vio reducida su demanda en 65%. Entrevista con el recién posesionado CEO de Reficar.
Herman Galán asumió el cargo de CEO de la Refinería de Cartagena, Reficar, el primero de abril pasado. Justo para sortear el efecto de una caída en la demanda en marzo del orden de 60% a 65% frente a los niveles normales. Casi todas las refinerías del mundo tuvieron bajas de la misma magnitud por efecto del COVID-19 y posiblemente la mayoría de ellas siga vendiendo un 60% menos en abril, estimó Galán en su primera entrevista para Latin Trade.
Los márgenes de los refinadores de petróleo ya venían cayendo desde el año pasado. Para Reficar, el Margen Bruto de Refinación pasó de US$11 por barril en 2018 a un promedio anual de US$9,2 por barril en 2019, indica el informe anual de la compañía. La sobreoferta mundial de gasolina y nafta, el aumento de inventarios en Estados Unidos, la producción mayor de crudos livianos, la guerra comercial entre Estados Unidos y China, el ciclo de mantenimientos mayores de las refinerías, y factores climáticos se sumaron para bajaron el margen de los productos refinados.
Reficar, vendió US$4.373 millones en 2018, con lo que se ubicó en el puesto 111 de las Latin Trade 500. Pero pasó a vender US$3.921 en 2019 y Galán no quiere estimar todavía cómo se comportarán sus ventas en 2020. “Tenemos que esperar. Es muy temprano para saber cómo vamos a terminar el año. Estamos haciendo un monitoreo continuo para saber cuánto requiere el país de abastecimiento y para cumplir los requerimientos de exportaciones ante cualquier aumento en la demanda”, señaló.
Destacó que el anuncio del presidente colombiano Iván Duque de hacer aperturas parciales tras la cuarentena que va hasta el 13 de abril puede dar pie para pensar en aumentos rápidos de demanda de diésel. “El transporte de carga de Colombia funciona con diésel. Los que llevan los alimentos, el transporte público masivo urbano funciona con diésel”, señaló. De hecho, según el Ministerio de Transporte, el 90% de la carga en Colombia se mueve por carretera.
Así enfrenta la pandemia
En esas condiciones menos que óptimas, ¿cómo afrontó Reficar el reto de mantener la planta operando y a los empleados seguros durante la pandemia?
- Actuar rápido. “Anticiparse es una palabra clave”, dijo Herman Galán. Una semana antes de que los gobiernos locales y de que el gobierno nacional decretaran medidas de aislamiento, Ecopetrol, la petrolera estatal matriz de Reficar y todo su grupo ya tenía en sus casas a todas las personas que podían hacer teletrabajo.
- El mínimo vital. En Reficar determinaron cuál era el nivel mínimo de personas requerido para operar la refinería y aplazaron los mantenimientos no necesarios, dijo Galán. Así de los 2.400 colaboradores entre personal propio y de contratistas, bajaron a 650 personas.
- Cuadrillas y control estricto. Establecieron también el trabajo en pequeñas cuadrillas. Reficar monitorea la salud de cada miembro de cada equipo de forma que si alguno de ellos tiene los síntomas de haber contraído el COVID-19, la totalidad de la cuadrilla se aísla para tratamiento. Hoy tienen control de todos los funcionarios que van a la planta. “La semana pasada empezamos a tomar la temperatura en la entrada de la refinería. De manera que ya podemos advertir si alguien tiene fiebre para darle un tratamiento”, dijo.
- Guardar distancias. “Tenemos una operación muy importante en Cartagena de transportar a todos los colaboradores a la refinería mediante buses. Eso implica que haya la distancia apropiada entre quienes van, que se desinfecten los buses y que todos usen tapabocas”. Algo parecido se hace con las cafeterías de la empresa.
- Reficar también trata de asegurar que las personas que teletrabajan puedan adecuar sus sitios y sus rutinas de trabajo en casa. Que tengan, desde escritorios con condiciones ergonómicas hasta pausas activas eficaces. “Hemos hecho un esfuerzo muy importante para garantizar la salud de nuestros colaboradores”, manifestó Galán. La salud emocional también entra en estos programas. “Hay muchos colaboradores que están solos o que nunca habían trabajado solos”. Por eso tienen acciones sicológicas fuertes para garantizar este aspecto de salud que tantas veces se olvida.
- Colaboración rápida y permanente. La Asociación Regional de Empresas del Sector Petróleo, Gas y Biocombustible en Latinomérica y el Caribe, Arpel aglutina un grupo de empresas de petróleo y gas de la región. Cada semana se reúnen para compartir sus prácticas, las mejores medidas qué están tomando para controlar los efectos de la pandemia.
- Proveedores y contratistas. Proveedores que deben entregar materiales a la refinería tienen el mismo control de salud que los empleados. Como con toda la operación, se quedaron con lo mínimo requerido. Los pedidos que podían aplazarse se aplazaron. “Hoy solo mantenemos lo que requiramos para tener una operación eficiente y segura”.
- Comunidades: acción enfocada y alianzas. Para ayudar a atender las necesidades de la comunidad alrededor de la refinería Reficar tiene tres tipos de acciones. De un lado establecieron convenios con la alcaldía de Cartagena y con el Hospital Universitario del Caribe y a través de la Fundación Tazo canalizan todos los dineros de la ayuda. “Estamos adquiriendo cerca de 20.000 pruebas diagnósticas del virus, estamos haciendo una donación de trajes de aislamiento que les permite al personal sanitario no tener contacto con el virus. Vamos a hacer una donación cercana a los 16.000 trajes. Estamos trabajando en la dotación de la unidad de cuidado intensivo del hospital universitario del Caribe”, enumeró el CEO.
Adicionalmente abrieron un banco de ideas, para ordenar las propuestas que los empleados de la empresa tenían sobre las mejores formas de ayudar a la comunidad. Finalmente, como lo han hecho en ocasiones anteriores, las empresas de la Zona Industrial de Mamonal, el parque industrial donde opera la refinería, se unieron para coordinar la atención de las comunidades.
