El futuro incierto de la petrolera Repsol tras la expropiación de
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Después de semanas de rumores, el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner ordenó el pasado 16 de abril nacionalizar el 51% de
El Gobierno de Argentina tomó esta decisión porque quiere recuperar su capacidad de autoabastecerse de combustibles, puesto que lleva años teniendo que hacer millonarias importaciones energéticas que erosionan su superávit comercial. Sin embargo, muchos analistas dudan de su capacidad para compensar económicamente, ni por experiencia ni conocimientos técnicos, el trabajo realizado hasta el momento por Repsol
La reacción de la petrolera española no se hizo esperar. Su presidente, Antonio Brufau, manifestó al día siguiente en una rueda de prensa que la decisión de Argentina era un acto "ilegítimo e injustificable precedido de una campaña de hostigamiento, coacciones y filtraciones interesadas". Por eso mismo, Mauro Guillén, profesor de Gestión y director del Lauder Institute de Wharton Business School, cree que “Repsol tenía que haberse anticipado a este problema. Es muy fácil echarle la culpa a Argentina o a Fernández [de la expropiación]. Pero ya se sabe lo que es ese país en términos de seguridad jurídica y de bandazos en la política económica. Repsol ha tenido años para poder cambiar el curso, vender
Consumada la expropiación, Brufau aseguró que la empresa "tomará todas las medidas legales a su alcance" contra el Gobierno de Argentina y recuerda que el país tiene el "compromiso" de lanzar una OPA por el 100% si quiere tomar el control de la filial. Según explicó, el abanico de medidas de defensa que se podrían adoptar es amplio “y podrá comprender acciones individuales o de clase en los diversos países involucrados, incluyendo demandas de carácter constitucional, administrativo, de mercado de valores, de carácter civil o mercantil o de resarcimiento de los daños y perjuicios causados".
Repsol calcula que el valor de
"No le vamos a pagar lo que ellos dicen, como el señor Brufau, 10.000 millones dólares", respondió el viceministro de Economía de Argentina, Axel Kicillof, al hablar ante el Senado el día 17 de abril. "La valuación de
La capitalización de mercado de
Movimientos legales
Carlos Jiménez Piernas, Catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Alcalá y colaborador de El Real Instituto Elcano, explica que el marco jurídico internacional que regula las inversiones entre España y Argentina es el Acuerdo sobre protección de inversiones celebrado entre ambos Estados en 1991. En virtud de este texto, Repsol y Argentina pueden mantener negociaciones durante seis meses con el propósito de resolver amistosamente la diferencia. Pasado ese tiempo, la compañía tiene la opción de resolver directamente sus diferencias con Argentina ante un tribunal arbitral internacional, en lugar de someterse a los jueces argentinos. Se trataría de un tribunal arbitral internacional constituido al amparo del Centro Internacional para el Arreglo de las Diferencias relativas a Inversiones (CIADI), con sede en Washington.
Este experto señala que para obtener satisfacción mediante esta vía arbitral la empresa española “debería probar que las medidas adoptadas tanto por el Gobierno argentino en el marco del procedimiento expropiatorio, como por las distintas provincias argentinas que en las últimas semanas le han venido retirando concesiones de explotación a
Jiménez apunta que esta vía arbitral “presenta resultados dispares y muchas incógnitas para los inversores extranjeros”, por lo que considera “aconsejable” que “Repsol explorara a fondo la posibilidad de un arreglo razonable para sus intereses acerca del montante de la indemnización durante la fase de negociaciones previas” a la opción del arbitraje con el gobierno argentino, “lo que minimizara las pérdidas de la expropiación de
La medida argentina también ha abierto una crisis diplomática con España a la vez que ha provocado una dura crítica internacional hacia el país sudamericano. La primera decisión del Gobierno español para castigar a Argentina ha sido asignar cuotas de producción de biodiésel en las plantas españolas. Esto provocará en la práctica limitar las importaciones de biodiésel argentino, cuyo valor ascendió el año pasado a 750 millones de euros. En total, España compró 719.473 toneladas de este biocombustible a Argentina, casi la mitad de las 1,6 millones de toneladas consumidas. Además, el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, aseguró el pasado 24 de abril en el en el Congreso que el Gobierno de España continuaría con una defensa "firme" de Repsol y que acudirá a los foros económicos internacionales para "lograr la justa compensación".
España ha recibido numerosos apoyos internacionales, entre ellos los de Estados Unidos, México y la Unión Europea, donde ya se han dado los primeros pasos para castigar a Argentina. El Parlamento Europeo (PE) ha instado a Bruselas a suspender parcialmente las ventajas arancelarias que concede a Argentina. Por amplia mayoría, los eurodiputados aprobaron el pasado 20 de abril una resolución que pide a la Comisión y al Consejo de la UE que valoren opciones como la "posible suspensión parcial" de Argentina del sistema generalizado de preferencias (
“De conformidad con el Derecho Internacional, en estos momentos España tiene un margen de actuación bastante limitado”, advierte Jiménez. Desde un punto de vista de las relaciones bilaterales entre España y Argentina, él recuerda que el acuerdo hispano-argentino sobre la protección de inversiones permite que España inicie un procedimiento judicial internacional contra Argentina si considera que ésta ha incumplido alguna de las obligaciones reconocidas en el mismo. Pero advierte de varios problemas si se toma esta vía: que “esta decisión repercutiría muy negativamente en los inversores españoles que operan en Argentina” y que “apenas existe práctica que avale el recurso a esta vía jurisdiccional”.
Jiménez considera importante poner de relieve la perspectiva comunitaria, es decir, el papel que puede desempeñar la UE en este conflicto, ya que mediante el Tratado de Lisboa los Estados miembros le atribuyeron la competencia en materia de protección de las inversiones extranjeras directas, lo que “invita al Gobierno de España a gestionar y consensuar todas las decisiones que adopte respecto a este asunto con el resto de socios europeos”.
Para este experto, “en el corto plazo tanto el Gobierno español como la UE deben volcarse en las gestiones informales tendentes a facilitar una salida airosa para Repsol”. Cree que “tiempo habrá”, tanto si fracasan las negociaciones entre Repsol y el Gobierno argentino acerca del montante de la indemnización, como si más tarde, llegado el caso, Argentina se negara a honrar la indemnización fijada por un laudo arbitral, “para adoptar contra el país latinoamericano medidas de retorsión, e incluso de represalia, a la vista de cómo se desarrollen los acontecimientos”. “Porque habrá indemnización y el Gobierno argentino lo sabe”, opina.
Las opciones estratégicas de la compañía
Mientras se resuelve el pago de la indemnización, Repsol tendrá que plantearse cómo afrontar su futuro sin
Joaquín Garralda, profesor de estrategia del IE Business School, señala tres posibles caminos para la compañía: la unión con alguna de las grandes empresas del sector, un pacto con China o la compra de alguna otra empresa nacional latinoamericana. En cuanto a la primera de estas opciones, considera que “el tamaño de Repsol es uno de los factores claves, ya que con
“Repsol tiene algunas importantes fortalezas que pueden interesar a algunas grandes empresas mundiales”, destaca Garralda. En su opinión, ha desarrollado muy bien el conocimiento de extracción marítima en grandes profundidades, mantiene buenas relaciones con las administraciones de Latinoamérica y es buena con la gestión de los derechos humanos en la región. Y añade: “También será importante saber qué ocurrirá con el desarrollo de la Ley Dodd-Frank, que exige que todas las empresas que cotizan en las bolsas de valores de los Estados Unidos hagan públicos los pagos que hacen a los Gobiernos a cambio de recursos naturales, identificados por país y por proyecto. Repsol tiene muy buena reputación en lo que se refiere al buen gobierno y la transparencia. Podría aportar a alguna empresa estadounidense su experiencia en la gestión de la responsabilidad corporativa desde un punto de vista europeo”.
Guillén coincide en que “Repsol puede establecer una alianza con alguna otra compañía, sobre todo asiática”, pero cree que “sin
Este profesor cree que Repsol lo tendrá “muy difícil” para ganar la fuerza que ha perdido con
¿Y la opción de seguir sola? “Podría hacerlo, pero las fuerzas dinámicas externas que hay a su alrededor son muy fuertes y ahora, tras su caída en bolsa está a unos precios interesantes para los mercados. El problema de la petrolera es que es lo suficientemente grande como para tener un gran inversor nacional de referencia, pero muy pequeña para poder interesar a las grandes compañías del sector”, concluye Garralda.
Reeditado con el permiso de http://www.knowledge.wharton.upenn.edu - la investigación en línea y la revista de análisis de negocio de la Wharton School de la Universidad de Pennsylvania.