Las situaciones disruptivas no son un fenómeno nuevo en América Latina. En su momento, los acuerdos de libre comercio afectaron radicalmente los sectores manufacturero y agrícola. Por el TLCAN se perdieron 850.000 empleos estadounidenses pero más de dos millones de pequeños agricultores mexicanos quedaron desocupados por las importaciones de productos agrícolas de Estados Unidos. Otro millón de mexicanos perdieron su empleo en los sectores de manufactura y comercio minorista al combinarse la competencia de Estados Unidos con la crisis financiera mexicana en el período 1995-2000.
La globalización, no obstante, no había afectado hasta ahora el sector de servicios de América Latina. Pero, dado que el 70% de los latinoamericanos que viven en zonas urbanas poseen smartphones, los modelos de negocios basados en aplicaciones están demostrando ser alarmantemente exitosos frente a las ineficiencias del sector de servicios. Así es que, por ejemplo, Uber logró una penetración del 15% del mercado mexicano en cuatro años, meta que le llevó nueve años en Estados Unidos.
Motores de disrupción
Los modelos de disrupción más exitosos atacan las debilidades competitivas de los sectores establecidos. Los activos ociosos –ya sean equipos, bienes raíces o personas– son una fuente importante de despilfarro. Muchas personas cuentan con vehículos y viviendas inactivos que terminaron convirtiéndose en los motores impulsores de la oferta de Uber y Airbnb.
El mismo principio de economía colaborativa se aplica a embarcaciones, maquinaria de construcción y aviones privados subutilizados. Los excesivos gastos fijos (que generan inmuebles e inventarios) son la razón por la cual el comercio minorista de América Latina es vulnerable al comercio electrónico. La misma debilidad se observa en universidades y colegios, bancos, cines, imprentas, casas funerarias y hoteles del continente.
En América Latina se encuentran algunas de las ciudades con mayor congestión de tráfico del mundo. El supermercado online brasileño, Pão de Açucar, surgió para ayudar a las parejas que trabajan a no tener que destinar tanto tiempo a las compras cotidianas.
El tráfico también genera nuevas oportunidades de disrupción en sectores como educación y capacitación, juegos de azar, salones de belleza, medicina general, restaurantes y rubros minoristas especializados.
La capacidad de internet para eliminar a los intermediarios de los modelos de distribución de productos electrónicos mediante plataformas de e-commerce como Alibaba hoy se utiliza para debilitar a los sectores que hacen un uso intensivo de mano de obra, como los de servicios profesionales, corretaje, comerciantes calificados y educación preescolar.
Obstáculos a la disrupción
Si bien los clientes insatisfechos de América Latina exigen más disrupción, hay varios factores que desacelerarán el ritmo de las transformaciones.
Las regulaciones protegen a los bancos, las escribanías y las empresas de servicios públicos contra posibles disrupciones a pesar de su ineficiencia y su derroche de recursos. Y la clase política demostró ser muy receptiva a los lamentos y bolsillos profundos de las empresas amenazadas de los sectores minorista, de transporte, servicios públicos y financieros, al tiempo que está lista para inventar costosas regulaciones para frenar la disrupción.
Además, algunos de estos nuevos modelos disruptivos requieren inyecciones masivas de capital y conocimientos especializados para importar y adaptarse, y más aún, para lanzarse desde cero.
Por último, existe el factor cultural que a veces se impone a la lógica económica. Por ejemplo, los terrenos urbanos destinados a cementerios se están acabando, no obstante, muchos católicos evitan la cremación, aunque cueste 80% menos que la inhumación.
Y en sociedades obsesionadas con la seguridad, como las de los países de América Latina, la mayoría de las personas a cargo del hogar no se sienten cómodas subcontratando a desconocidos para servicios de limpieza, cuidado de niños o jardinería. LT
JOHN PRICE, director ejecutivo de Americas Market Intelligence. Tiene 27 años de experiencia en consultoría de inteligencia y estrategia en América Latina. [email protected]
Artículo publicado en la edición TOP500 de julio de 2019 de la revista Latin Trade.